De nuevo, perdonad que tarde tanto en actualizar pero es que no paro, acabo de aterrizar de un viaje “relámpago” de negocios a Hong Kong y voy a aprovechar que estamos en plena primavera para hablar de uno de los rincones de Kyoto que más bellos están en esta época, aunque, a decir verdad, toda la ciudad está preciosa. Se trata del paseo del filósofo de Kyoto, un camino de unos dos kilómetros que bordea un canal que discurre entre cerezos, templos, santuarios y tiendas de recuerdos, dulces y artesanía.
El camino recibe su nombre en referencia a Kitarō Nishida, un célebre profesor de filosofía del siglo pasado que recorría este camino para inspirarse y meditar (su tumba puede visitarse en Kamakura). El camino comienza cerca del pabellón de plata, y acaba en el templo Eikando Zenrin-ji, aunque dicen que el filósofo continuaba su paseo hasta en el Nanzenji. Hacer este paseo es una delicia en cualquier época del año, pero las primeras semanas de Abril es sencillamente impresionante:
Estas semanas es cuando florece el cerezo y el camino deja de ser filosofía para convertirse en poesía. Y cuando los flore caen y bailan con el viento durante el sakura fubuki, el agua del canal se esconde tras el blanco de los pétalos que lo navegan, como si la propia naturaleza les dejara despedirse hasta el año siguiente de todo aquel que se pare a observarlos.
Volver a la carga
Perdonad mi ausencia en el blog, pero desde que volví a Japón (hace algo más de un mes) no he parado. Primero tuve que regularizar mi situación en el país y ultimar los papeleos de mi visado de negocios, así como cerrar los últimos detalles para poner a funcionar mi proyecto “Viajar por Asia“, que ya está en pleno funcionamiento. Después empecé a trabajar y he estado viajando por diferentes puntos del país, por supuesto, sin tiempo material para actualizar hasta ahora que he tenido unos días libres antes devolver a la carga mañana.

Aprovechando estos días libres, me fui el fin de semana pasado aAtami, en la provincia de Shizuoka, una ciudad costera a unos 100Kms al sur de Tokyo, también conocida por sus onsen y rotemburo, de hecho la fotografía que encabeza este post la tomé durante mi estancia allí. Además, alguno de los cerezos (sakura) de esta ciudad que estaban en lugares cercanos al mar pero protegidos del viento ya habían florecido y estaban así de impresionantes:
Uno de los proyectos en los que he estado implicado este mes de Febrero es el de hacer de guía y traductor del equipo del restaurante japonés Osushi de Vigo, que es uno de los restaurantes de sushi más reconocidos de España. El viaje, como podéis imaginar fue principalmente gastronómico, así que, iré contando anécdotas en próximos artículos. De momento, os dejo con esta foto de nuestra visita a un pequeño negocio familiar en la prefectura deOkayama donde fabrican diferentes productos derivados de la fermentación del arroz y la soja y donde pudimos aprender más sobre la elaboración artesanal de este tipo de productos. Aquí os dejo con su página web.
Creo que con este breve artículo ya os he puesto un poco al día de cómo va mi vida. Aún me quedan muchas cosas que contar del año pasado y este año también vendrá cargado de viajes, así que, intentaré ir sacando los huecos que tenga para manteneos al tanto. Mientras tanto, podéis ir siguiendo mis peripecias en mi Twitter, quién sabe… quizá entre trenes y aviones os sorprenda con una bonita estampa…
Jōruri-ji (浄瑠璃寺)
Hoy me gustaría seguir hablando de los templos que descubrí durante la ruta de senderismo que hice por el valle del río Kizu, en la frontera entre las prefecturas de Nara y Kyoto, un emplazamiento privilegiado al que los turistas no llegan y que permiten que viajes en el tiempo hasta regresar a los principios de la era feudal japonesa. Esta ruta, me llevo inicialmente me llevó al temploGansen-ji (岩船寺), del cual ya os hablé en este post. Pues bien, a apenas 1,5Kms encontramos este otro que hoy nos ocupa: el Jōruri-ji (浄瑠璃寺).
Este templo es uno de los pocos de la rama budista “Tierra Pura” que sobreviven y aún conservan su jardín desde principios delperíodo Heian aunque si bien es cierto que ha tenido varias restauraciones a lo largo de la historia, siendo la última la de 1976, en la que se hizo un gran trabajo de recuperación del jardín. En el interior del edificio principal (sobre estas líneas) reposan estas 9 imágenes del buda Amitābha que representan las 9 etapas delnirvana:
Estas permanecen en el lado oeste del lago, que representa el paraíso. El estanque, en el centro, representa la frontera entre el mundo de los vivos y de los muertos, por eso, en el otro lado encontramos una pagoda que, en su interior, tiene una imagen de un buda curativo: Yakushi Nyorai, muy necesario en el mundo de los vivos, pero que carecería de mucho sentido en el de los muertos. Esta orientación con un estanque en medio es muy típica de los jardines de esta rama del budismo.
Inicialmente, el templo era solo el edificio principal, que fue construido en el 1107 de nuestra era en una localización que no se conoce con exactitud, lo que si se sabe es que fue trasladado a su ubicación actual en 1157. La pagoda se trajo desde Kyoto, poco después, en 1178 para albergar la imagen que traería el equilibrio espiritual al “cosmos” que, en definitiva, es lo que quieren representar este tipo de jardines.
Para acceder a este templo, podéis andar desde el Gansen-ji (岩船寺) o, si queréis venir aquí directamente, ir en tren hasta la estación de Kamo de la línea JR, salir por la salida este (東口) y tomar un autobús comunitario de la línea 10 o directamente tomar el autobús expreso 112 desde la estación de Nara (ya sea la de JR o o la de lalínea privada Kintetsu). La entrada al templo cuesta 300yenes por persona (haz clic sobre la cantidad para ver el cambio en Euros)
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